El Moulin Rouge de París (en español, «Molino Rojo») es el cabaret más famoso del mundo. Está situado en el barrio rojo de Pigalle, en el corazón de Montmartre, el barrio más bohemio y con más vida nocturna de la ciudad.
Pero la verdad es que, aunque es un lugar muy conocido (recibe la visita de más de 600.000 personas cada año), en general se desconoce partes de su historia.
El Moulin Rouge de París, construido en 1889, fue inaugurado durante la Belle Époque, (periodo histórico comprendido entre las últimas décadas del siglo XIX y la I Guerra Mundial). Su inauguración coincidió con una época de grandes cambios para toda sociedad europea, tanto en el ámbito social, cultural como económico, lo que atrajo a París a más de cuarenta millones de turistas procedentes de todo del mundo.
¿Qué es un cabaret?
Cabaré (en español) es una palabra de origen francés y su significado inicialmente era ‘taberna’, pero pasó a utilizarse internacionalmente para denominar también a salas de espectáculos, que suelen combinar distintos tipos de actuaciones y artes escénicas.
Se caracterizan por tener un bar y, si son más grandes, incluso un restaurante. Pero a diferencia de otros locales, los asistentes pueden tomar algo y charlar durante las actuaciones.
Hablar del Moulin Rouge de París es hablar de Hanri de Tolouse-Lautrec, uno de los más grandes cartelistas de su era, siendo el cartel inaugural de este famoso cabaret obra suya. En él se retrató a Louise Weber, más conocida como «La Goulue», una bailarina del cancán parisién y conocida en la Belle Époque como «La Reina de Montmartre«.
En el cabaret de Moulin Rouge nace el Cancán, una modalidad típica de baile en que las bailarinas lanzan sus piernas al aire demostrando su flexibilidad. Durante este movimiento, enseñan sus medias negras y las ligas, lo que es considerado como una provocación para la sociedad de la época y adquiere una gran connotación sexual.
Es por eso que el cancán significa el primer símbolo de liberación sexual y emancipación de la mujer. También está considerado como una válvula para escapar de la rigidez social que se vivía por aquellos años. Originalmente, era una danza entre parejas y fue derivando a lo que actualmente conocemos.
En la actualidad, el Moulin Rouge es uno de los puntos más turísticos de París y sacarse una foto delante de él, con su enorme molino luminoso, es un clásico que no puede faltar en nuestra lista cuando visitemos esta ciudad. Pero asistir un espectáculo en su interior no es un plan apto para todos los bolsillos: el precio más barato son 90 euros.
Podéis consultarlos en su página oficial o bien intentar encontrar descuentos en Internet, pero los costes no varían mucho. Además, en fechas importantes, como en Navidad, abren sus puertas y podéis disfrutar de un menú hecho para la ocasión de lo más elegante.
Ahora que ya conocéis un poco más de este histórico cabaret, ¡no dejéis de visitarlo en vuestra visita a París!
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